Hay lugares míticos, paisajes famosos, tierras o mares donde todos alguna vez queremos ir. La Patagonia es uno de esos sitios al sur de América en el extremo del continente. Es una región que se reparte entre Argentina y Chile, es un destino muy conocido en el mundo entero que se presenta como un desafío, como una incógnita y que al mismo tiempo sigue representando un lugar distante. En esta crónica, en este viaje vamos a concentrarnos en dos sitios fabulosos.
El Chalten
Tierra de Glaciares
Este pueblo es considerado como la capital nacional del trekking y podemos dar fe de eso. A diferencia de otros destinos patagónicos, desde aquí uno no necesita movilidad más allá de sus propias piernas porque solo con salir del hotel o de la cabaña los senderos, los destinos y las experiencias se abren en un abanico increíble a minutos de distancia. Hay senderos muy simples con recorridos cortos y hay experiencias como la “vuelta al hielo” que consiste en 4 días de caminata por glaciares.
El paisaje es inagotable y las opciones casi tantas como uno imagine, pero para sacarle provecho verdadero al lugar hay que contar con un guía que nos lleve a esos lugares que queremos ir ahorrando tiempo, escuchando historias, entendiendo lo que vemos y lo que caminamos aparte de saber que contamos con un “seguro” en nuestra aventura.
El Calafate
El glaciar Perito Moreno es impactante, no porque sea el más grande, ni el más alto, ni el más extenso de la Patagonia sino porque su ubicación lo hace sumamente accesible, tanto que es posible caminar sobre él y acercarse a menos de 200 metros en barco.
El paseo comienza desde la nave para contemplarlo en diferentes facetas y distancias, navegando entre los témpanos que se forman con sus “derrumbes” y admirar esa gigantesca pared de hielo de más de 70 metros de altura sobre el nivel del agua. Luego de innumerables fotos y videos caminas por las pasarelas especialmente diseñadas que recorren todo el frente del glaciar desde donde es posible ver sus diferentes “caras”, la cara visible durante el viaje en barco, la que ha quedado oculta, y su frente, ese que avanza hacia la tierra por sobre el agua y es escenario de sus famosos “desprendimientos”.
Sin lugar a dudas la Patagonia sorprende y es un destino que es mucho más de lo que uno puede imaginar. Aquí, al final de nuestro continente, comienza la aventura verdadera, esa que muchas veces extrañamos y no sabemos dónde buscar.
