El Tai Chi, originado en China durante el siglo XVII y usado principalmente como un arte marcial, es hoy considerado una de las actividades físicas más populares del mundo. La práctica del mismo combina la concentración mental y física para generar fuerza, flexibilidad y consciencia plena. Se suelen combinar movimientos suaves con técnicas de respiración, concentración y relajación.
Si bien, la práctica puede sonarnos parecida al yoga, su principal diferencia radica en su origen, el Tai Chi tiene su origen en China y el Yoga en la India. Por otra parte, en el Tai Chi se ejercitan más las piernas porque suele trabajarse de pie, mientras que en yoga trabaja todo el cuerpo. Así, siendo el Tai Chi una práctica con posturas menos exigentes, la práctica y su técnica ha mostrado favorables resultados en adultos mayores, personas con enfermedades neurológicas como el Parkinson o para quienes han sufrido lesiones. Aquí te van algunos beneficios de la práctica del Tai Chi:
- Se reduce la presión arterial
- Ganas flexibilidad y equilibrio
- Se aumenta la energía y resistencia
- Control de estrés
- Aumenta la concentración
- Mejora el sueño y el estado de ánimo
Existen varias ramas y estilos de esta disciplina y es por eso que te compartiremos dos de nuestras favoritas:
- Tai Chi Chen: Es el más antigua de todos y es conocido por combinar movimientos lentos, suaves y explosivos. Incorpora ejercicios de torsión y cambios de peso, lo que lo hace ser más desafiante.
- Tai Chi Sun: Simple y suave, se conoce como un Tai Chi terapéutico y especialmente adecuado para adultos mayores o personas con problemas de salud crónicos.
