Por Montserrat Bazaldúa
El famoso retinol se ha posicionado como el ingrediente anti edad por excelencia, derivado de la vitamina A y su función principal es aumentar la velocidad de renovación celular y exfoliar ya que ayuda a eliminar la capa más superficial de la piel, dando como resultado una piel más rejuvenecida y con más luminosidad. Entre sus beneficios está el mejorar la textura de la piel, cerrar los poros, reducir la producción de grasa, difuminar manchas y prevenir arrugas finas y profundas ¡Diciendo todo esto suena como el elixir de la juventud!
Es indudablemente eficaz, pero también tienes que conocer que es un ingrediente que puede tener algunos efectos secundarios como irritación, sequedad, pelado o sensibilidad al sol. Además de que al comenzar a usarlo debes tener paciencia como todo, los retinoides necesitan un periodo de tres meses para empezar a ver los resultados.
Si ya has decidido introducir el retinol en tu rutina de belleza tienes que tener paciencia, ya que tu piel tardará en adaptarse a este activo y suele durar 6 semanas. Es muy importante que lo utilices de forma progresiva y aumentes las dosis conforme tu piel se vaya a acostumbrando, por ejemplo, utilízalo dos días la primera semana, tres durante la segunda y un día sí un día no durante la cuarta; así no dañarás el tejido cutáneo.
Para su aplicación extiéndelo siempre sobre la piel limpia y seca, sin abusar de la dosis y realizando pequeños movimientos de alisado con las yemas de los dedos hasta su total penetración, evitando áreas sensibles como contorno de ojos, parte inferior de la nariz y los labios; puedes añadir un poco sobre el cuello y el escote. Posteriormente espera de 2 a 5 minutos para poder añadir tu crema hidratante. Utilízalo únicamente por las noches y al día siguiente no te olvides de tu bloqueador solar.
